"Si se ignora al hombre, la arquitectura es innecesaria" - Álvaro Siza
La estructura de la vivienda se adapta
al terreno, es decir, aprovecha el desnivel del suelo para crear
diferentes alturas y espacios. La estructura también se ve condicionada
por la disposición de la luz, intentando aprovechar cada rayo solar
para ampliar las estancias. Los colores claros, como es el blanco, y
una abundante fuente de luz natural, hacen que el espacio parezca más
grande lo que lo es en realidad. Este recurso se utiliza en numerosos
espacios de la casa. Siza llega a abrir claraboyas y ventanas siempre
que puede, condicionando así la orientación.
La utilización de un mismo material
para todo el exterior de la vivienda la hace parecer haber sido
tallada en una única pieza de material. Esta característica la hace
destacar en oposición a la naturaleza que la rodea.
La Casa Vieira hace uso de un lenguaje
moderno en el que los muros, los cuales no dependen
de la estructura a base de pilastras, separan estancias. También utiliza dobles alturas
para crear una división sin llegar a individualizar los espacios,
como ocurre en el salón-comedor.
Las ventanas, a su vez, permiten la
comunicación con la naturaleza del exterior. De este modo,
la vivienda se integra en la naturaleza. La vivienda llega a integrarse y relacionarse con el medio en el que se encuentra.